Les contaré un poco sobre dos hermanas que viven en un barrio llamado Sonrisa de Dios del municipio de Nagarote del departamento de León. Esta historia es de Sujey de 6 añitos y sobre Dayana de 14 años ambas viven en un humilde hogar con su madre y el padre biológico de Sujey, padrastro de Dayana a quien le llama papá.
Su papá trabaja de ayudante en albañilería y su hermano de 21 años trabaja en la camaronera, quienes se esfuerzan día a día por llevar el sustento al hogar. En la comunidad donde viven la mayoría de la población son mujeres y niños; sus habitantes viven de dos empresas cercanas, una parte mínima trabaja en una camaronera y otra parte en zonas francas.
Sujey cursa tercer nivel de preescolar este año es su promoción y Dayana está en octavo grado, ambas van a clases en una escuela pública; cuando están en casa ayudan en los quehaceres del hogar, ellas quieren estudiar y anhelan poder ir a la universidad. Su humildad y carisma es algo que les caracteriza. A Dayana le gusta jugar futbol y también el juego de atrapar y a Sujey le gusta el anda, anda y también jugar con muñecas, ambas tienen el mismo sueño y es llegar a hacer doctoras, Dayana quiere especializarse en cirugía para ayudar a otros
Sujey de 6 años a su corta edad ha tenido que enfrentar desafíos como lo es su enfermedad de epilepsia la cual fue detectada cuando tenía un año, tiene convulsiones repentinas, por lo que debe estar en tratamiento y si se lo suspenden se puede descontrolar y casi todo el día pasa durmiendo debido a la reacción
Sujey y Dayana asisten a los grupos ICTHUS que se realizan en su barrio, les gusta muchísimo asistir, Dayana dice: ¨Porque aprendemos de Dios de nuestro prójimo y de nosotros mismos, nos gustan los juegos y cómo nos tratan, no solo nos predican, nos enseñan a hacer cosas y muestran ese amor con acciones¨ Dayana quiere llegar a ser guía (maestra) ve el ejemplo de cómo le han ayudado y las cosas que les enseñan de una manera que se puede llevar alegría y esperanza, quiere ser parte del cambio en la vida de otros niños.
Icthus y sus guías les han dado acompañamiento e involucramiento al servicio, les han ayudado proveyéndoles alimentación semanalmente, formando el carácter de Cristo en ellas, han sido bendecidas con canastas básicas y juguetes
Dayana y su mamá anhelan y oran por la vida y salud de su hermana. Con mucha tristeza dijeron: “Queremos el milagro de que Sujey sea sana”